A la hora de mantener una vida saludable e higienica, un ozonizador es un elemento indispensable que cualquiera debería tener. Además de mejorar nuestra calidad de vida, el ozono es la defensa natural que tiene la Tierra contra la radiación ultravioleta, por lo que utilizar un ozonizador nos ayuda a todos a proteger nuestro planet. El tratamiento con ozono del aire y del agua ha resultado ser muy beneficioso para el ser humano ya que este tratamiento elimina muchos agentes patógeno e incluso el humo y los malos olores.
Una máquina de ozono, u ozonizador, es una máquina que hace uso de una alta tensión eléctrica para generar ozono de forma artificial. El proceso de un ozonizador para producir ozono está inspirado en la caída de un rayo. El ozonizador hace uso de esta alta tensión eléctrica para generar ozono que, al pesar menos que el aire, asciende y contribuye a la regeneración de la capa de ozono, lo que nos permite ozonizar una habitación, lo que suprime muchos agentes patógenos e inclusive humos y malos olores. Asimismo es posible ozonizar el agua, lo que se ha observado ser muy beneficioso para nuestro organismo.
Aunque su funcionamiento usa procesos científicos muy complejos y precisos, ahora explicaremos de una manera muy esencial y fácil de entender el funcionamiento de un ozonizador.
El ozono puede mejorar la calidad del aire, matar bacterias y eliminar ciertos olores. También se puede utilizar para la desodorización de neveras y armarios. El ozono disuelto en agua se puede usar para lavarse la cara y lavar los platos y alimentos.
La principal acción que tiene el ozono es la de purificar y desinfectar de forma natural, sin generar residuos, respetando al máximo el medio ambiente. Sus propiedades antisépticas son de aplicación tanto a nivel doméstico como industrial, estando demostradas y certificadas por laboratorios. Los ozonizadores se han convertido en equipos que ayudan en la desinfección del aire y el agua, eliminando tanto material orgánico como inorgánico siendo realmente útil a la hora de erradicar hongos, bacterias, virus y otros microorganismos.
El ozono generado es muy inestable por lo que no puede ser almacenado ni transportado como otros gases industriales. Rápidamente se reconvierte en oxígeno, debiéndose producir en el lugar donde será empleado. Así sus aplicaciones y usos son muy amplios. Desde el hogar, pasando por empresas, centros médicos, hasta el sector hotelero, y restaurantes se benefician de la acción descontaminante, desodorizante y desinfectante del ozono.
Cuando hablamos de desinfectar nuestro hogar, en seguida aparece la duda de si utilizar un ozonizador o un purificador de aire. Antes que nada hay que decir que los ozonizadores son aparatos de uso doméstico compatibles con los purificadores de aire asi que no es completamente necesario elegir entre uno u otro, se pueden combinar para optimizar mejor la limpieza del hogar.
En lo que respecta al ozono, su versatilidad hace referencia a su gran capacidad para acabar con suciedades y polución de todo tipo, en distintos ámbitos, bien sea en superficies como suelos, mesas, puertas, vajilla, ropa y objetos de todo tipo como en alimentos, en el mismo agua potable o en atmósferas. A su vez, tiene usos muy interesantes a nivel terapéutico y cosmético.
Por otra parte el purificador de aire es un aparato diseñado especialmente para realizar tratamientos integrales del aire, lo que elimina partículas perjudiciales que flotan en la atmósfera, asi como la eliminación de los olores más molestos
Una de las grandes ventajas de desinfectar con ozono es la versatilidad que ofrece frente a agentes contaminantes y lo beneficioso que es para el medio ambiente. Si además añadimos que el agua ozonizada es buena para los seres vivos, tendremos un hogar limpio y sano. También hay que recordar que es el desinfectante ecologico mas potente del mundo, capaz de eliminar virus, hongos, moho, bacterias, esporas, algas... a la vez que elimina todo tipo de olores desagradables tanto en el ambiente como en el agua.
Cuando hablamos de ozonizadores, podemos dividirlos en dos tipos dependiendo del ambiente en el que actuan: ozonizador de agua y ozonizador de aire
El ozono producido y liberado se puede usar no sólo en el aire de una habitación, sino que también puede ser liberado en el agua. Al hacerlo, el efecto del ozono es el de eliminar, tanto hongos como bacterias y virus, así como olores que se puedan presentar.
Teniendo en cuenta que el ozono está formado por moléculas que se componen de tres átomos de oxígeno (O3), los ozonizadores son un equipo que genera estas moléculas, liberándolas en este caso en el agua para que puedan hacer su función en desinfección y eliminación de olores.
El funcionamiento de un ozonizador de agua, por lo tanto, simplemente seguirá este mismo mecanismo para acabar así con microorganismos y olores de forma segura. Por lo tanto, no se generarán residuos de ningún tipo puesto que el ozono se convierte en oxígeno tras actuar, sin producir ningún efecto secundario para la salud ni el entorno.
El uso de ozonizadores de aire en el hogar es la forma de desinfección más eficaz. Como ya hemos visto, un ozonizador de aire es capaz de desinfectar y desodorizar, todo gracias al poder del ozono que, con su efecto oxidante, es el desinfectante natural más poderoso que existe, lo que se traduce en el mejor aliado para mantener un hogar limpio y desinfectado. De hecho, cuando no hay problemas añadidos, los resultados son fantásticos sin necesidad de recurrir a soluciones profesionales. Su aplicación de forma puntual o regular, aprovechando la comodidad de sus programadores y temporizadores, por ejemplo, nos aportará beneficios en la calidad del aire de nuestro hábitat doméstico.
Conviene recordar que el ozono no deja residuos, pues una vez finalizada su acción, el ozono se convierte en oxígeno, sencillamente. Por lo tanto, esa oxigenación extra también resulta beneficiosa, sobre todo en estancias o espacios cerrados con mala ventilación