La infancia es una etapa emocionante y llena de descubrimientos para nuestros hijos. A través de ella, crecen y se desarrollan mientras disfrutan y descubren todo lo que tienen alrededor.
Una de las mejores formas de fomentar ese desarrollo y mejorar sus habilidades motoras es a través de una bicicleta infantil.
Pero claro, nos asaltan dudas: “¿qué bicicleta escojo? ¿Cuál es la perfecta para mis hijos? ¿Cómo elegirla?”. Y un sinfín de preguntas parecidas.
En este artículo te brindaremos una guía completa para que puedas tomar una decisión informada y acertada, lo que repercutirá en el bienestar de tus hijos.
Indice de ContenidosOcultarLo primero de todo: edad y tamaño del niño Estructura y material de las bicicletas |
Lo primero a tener en cuenta cuando se elige una bicicleta infantil es tener en cuenta su edad y tamaño. Los más pequeños están dando los primeros pasos en una bici, aprendiendo a equilibrarse, etc.; por lo que se beneficiarán de una bicicleta de equilibrio (o evolutivas).
Las bicicletas de equilibrio no tienen pedales y permiten a los niños que se impulsen con los pies, desarrollando así su sentido del equilibrio y coordinación.
Ejemplos de estas bicicletas:
A medida que los niños crecen y adquieren más confianza, pueden pasar a bicicletas con ruedines. Estas bicicletas cuentan con dos ruedas laterales que los mantienen en equilibrio constante, por lo que les aporta una estabilidad adicional.
Claro, estos ruedines pueden ir ajustándose para ir disminuyendo gradualmente su apoyo a medida que los niños cogen confianza, hasta el punto que ya no las necesiten.
Un ejemplo de estas bicicletas podría ser:
Cuando los niños se hacen más grandes y tienen confianza en sí mismos, es momento de pasar a bicicletas más grandes, con opción a tener ruedines (depende de cómo los veáis ir en bicicleta). En estos casos, hablaremos de pulgadas y medidas en bicicletas. Te invitamos a leer el artículo: ¿Qué bicicleta escojo en función de la talla?
Como en cualquier cosa, estar protegido contra posibles peligros es totalmente necesario. Con las bicis no va a ser menos. ¿Qué debemos de tener en cuenta en materia de seguridad en una bici para niños? Te lo vamos a poner fácil y te explicamos qué cosas tener en cuenta.
Frenos confiables. Es decir, está claro que no van a coger velocidades de vértigo, pero que los frenos sean fáciles de usar y que respondan de manera correcta es importante.
¿Cuáles son los mejores para niños pequeños? Un freno de mano, a mano (nunca mejor dicho). Estos son los ideales. En el caso de las bicis evolutivas, no llevan frenos, pues no lo necesitan ya que no tienen pedales.
Otro aspecto importante es que la estructura de la bicicleta sea resistente y duradera. Lo mejor es una de acero o aluminio (materiales que soportan caídas constantes y uso prolongado; algo unido en el aprendizaje de los niños).
Además, eso prolongará la vida útil de las bicis infantiles, ya que no se rompen fácilmente.
Te ponemos algunos ejemplos:
La visibilidad es otro factor importante relacionado con la seguridad. Sobre todo, a hacia la tarde y la noche, es esencial que los demás los veas rodar con la bici.
Por tanto, que la bici cuente con reflectores en los radios de las ruedas, en la parte de atrás del asiento, es obligado podríamos decir. Y si cuenta con luces delanteras o traseras que añaden luz, mucho mejor.
Aunque no es propiamente algo inherente a la bici, pero es recomendable (por no decir obligatorio) que, cuando montan en bicicleta, lleven casco y rodilleras, por si las moscas.
Lo mejor para una bicicleta infantil es que tenga ruedas neumáticas con cámara de aire, igual que las de las bicicletas para mayores, o ruedas de goma maciza. Para los más pequeñitos en las bicis evolutivas, lo ideal son las ruedas de caucho o anti pinchazos.
Aunque no esencial, pero si van a pasar horas con ellas, lo mejor sería que fueran cómodas. ¿Y qué han de tener las bicis de niños para ser cómodas? Allá vamos.
El tamaño de la bicicleta ha de ser el adecuado para el niño/a. Es decir, el “rider” ha de poder poner los pies en el suelo mientras está sentado en el asiento.
Un asiento ajustable también ayuda a poder estar más cómodo, incluso permite, hasta cierto punto, mantener la bici más tiempo (los niños crecen inevitablemente, y se van quedando pequeñas las cosas).
Si el niño/a es capaz de llegar al manubrio con los codos ligeramente flexionados, entonces está cómodo/a.
Obviamente, si donde van a apoyar el “pompis” es mullidito, la comodidad aumenta exponencialmente. Además, es necesario que el sillín sea amplio y acolchado para que puedan sentarse cómodamente.
Y, como hemos dicho en el punto anterior, si es ajustable, ayudará a estar más cómodo todavía.
Estas bicis tienen estas características:
Claro, aparte de lo que hemos mencionado, hay otras cosas que se pueden añadir a una bicicleta infantil para hacerla más atractiva para los niños, como un portabolletas, una cesta delantera para llevar juguetes, etc.
Sin embargo, siempre es preferible gastar “un poco más” y que cuenten con todos los factores que hemos mencionado de seguridad y comodidad, ya que los niños lo agradecerán mucho.
Todo lo que aporte valor para que los niños disfruten mientras van en bicicleta siempre es bien recibido. Vosotros, los padres, conocéis mejor que nadie a vuestros hijos, por lo que sabréis qué otras cosas podríais añadir para que brillasen los ojos de los pequeños cuando vean su bici favorita.
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Hay bicicletas pensadas para niños de unos 2 años, las evolutivas. A partir de ahí, cuando los niños llegan a los 3 ó 4 años, que han desarrollado un buen equilibrio y coordinación, pueden montar bicicletas más grandes.
No, es esencial que el tamaño de la bici infantil esté de acuerdo con su tamaño. Una bicicleta que no se ajuste a su tamaño es incómoda y dificulta su aprendizaje.
Es muy recomendable, ya que protegemos a nuestros hijos ante posibles peligros.
El tamaño del niño, la seguridad que aporta una bicicleta con factores como reflectores, frenos, materiales con estén hechas las bicis; y la comodidad, teniendo en cuenta cosas como el tipo de sillín o las ruedas.
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